Querido papá te escribo desde el hospital donde me han ingresado después de lo que pasó con mamá. Pero tú no vienes a verme, ni me escribes, papá.
Los médicos siguen creyendo que quizá algún día volveré a ser normal, pero yo sólo quiero volver a casa, papá.
El hospital no está mal, creo que después de todo no me puedo quejar, sólo que no sé nada de ti desde aquel día, querido papá.
Prometo que seré buena y que volveremos a jugar, dejaremos el retrato de mamá sobre la mesilla, sí, desde la mesilla nos verá jugar o desde donde quiera que esté.
Yo lo hice por nosotros, por ti y por mí, y también por ella, así ya no sufrirá más, y nosotros podremos estar solos, solos de verdad.
Ven a buscarme, papá, ¿ por qué no me escribes? ¿ por qué no vienes a verme? Me has dejado sola, queridísmo papá.
Si pudiera hablar contigo, pero no me dejan llamar por teléfono, sólo enviar cartas que no sé si te llegan o si lees...esto se hace tan duro sin ti, papá.
No puedo cambiar lo que pasó, pero sabes que lo hice por los dos, ya nada será como antes y no tendremos que escondernos ni ella nos molestará más. ¿ Ves qué fácil todo, papá? Entonces ¿ por qué no vienes a verme?
No sé si me dejarán salir de aquí algún día, ni sé si me curaré, pero lo que sí sé es que te seguiré esperando, mi querido papá.
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Querida niña: no te tortures, no has hecho nada malo. Si te dicen que no eres normal no les creas, sólo quieren cercenar tu naturalidad y privarte de tu libertad a ser tú.
ResponderEliminarTe temen, a ti y a todos los que no forman parte de su rebaño pero no te preocupes, serás feliz, tú sólo sé tú misma, fiel a tus principios y todo se solucionará. No te preocupes, no pienses que hiciste nada malo aunque te digan lo contrario.
Tú tan sólo querías sentirte querida y amada.